Liverpool: llegada y primeros días. El Cavern Club.

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Bueno, no estoy muy inspirada porque estoy un poquito cansada, pero quiero empezar a plasmar cosas antes de que se me olviden todas.


Domingo 24 de julio de 2016.

El día del viaje a Liverpool fue para mí (bueno, seguramente para los otros 9 de la Fundación que están aquí en Liverpool, también) bastante agotador, porque salí de mi casa por la mañana y llegué a la ansiada cama de Liverpool de madrugada… Para levantarme temprano a la mañana siguiente e ir a clase de inglés.

En fin, el caso es que el día del viaje fue: salir de casa con tiempo (porque no me fío de mí misma), esperar en la estación de tren, viajar en AVE, ir de Atocha a Barajas, esperar en el aeropuerto, asistir a la reunión de la Fundación, facturar las maletas y esperar aún más en el aeropuerto (esta vez acompañada, por lo menos), volar hasta Liverpool (demasiado cansada para conversar, la verdad, así que, deseando llegar y dormir), recoger la maleta, ir en el taxi común (porque había un taxi organizado para dejarnos en nuestros respectivos hogares ingleses, al igual que cuando lo de Irlanda) y, por fin… Llegar y dormir… Unas horillas…

En resumen, mi día fue: esperar. Bueno, eso y empezar a relacionarme con los demás de la Funda, claro. A una persona ya la conocía de Irlanda (¡hola Andrea!).


Lunes 25 de julio de 2016.

Como consecuencia de lo anteriormente narrado, el lunes estaba hecha una mierdecita. Hubo clases por la mañana y luego fuimos a una cafetería a conversar en inglés, pero no tardé en irme, porque me dolía la cabeza y sólo quería dormir… De hecho, desde que empezó el día (o si acaso un poquillo más tarde) ya quería dormir…

Pero lo cierto es que antes pensé que era buena idea dejar comprada una tarjeta prepago inglesa, para poder tener Whatsapp y Google Maps (esto último es de vital importancia) en cualquier parte, y no sólo al amparo de las redes WiFi. Así pues, eso fue lo que hice, y me encontré luego a la peña otra vez, porque resulta que la tienda en cuestión estaba al lado de la cafetería… Cosa que me da vergüenza admitir que he descubierto después… Yo había estado dando vueltas como una imbécil y había vuelto al mismo sitio sin darme cuenta de que era el mismo sitio… Yo y mis despistes.

Sinceramente, no recuerdo qué más hice el lunes, pero creo que nada más que fuera destacable… De hecho, lo de comprar la tarjeta tampoco es que sea remarcable… En fin, después me fui a “”mi”” casa a dormir.


Martes 26 de julio de 2016.

El martes por la mañana, clase como siempre, y por la tarde fuimos al Cavern Club y a otros pubs de la zona. Era una excursioncilla organizada por la Escuela. Los Beatles se formaron precisamente en Liverpool, por lo que hay numerosas alusiones a ellos por muchas zonas de Liverpool. Pues bien, el Cavern Club es un pub en el que al parecer solían tocar cuando aún no eran conocidos, por lo cual, es un local famoso.

Antes de la excursioncilla, estuvimos viendo el puerto y aproveché para comprarme una sudadera e imanes. Si mi tía Antonia se digna a leer esto (no creo), le adelanto que uno es para ella, aunque no sé si ella ha estado en Liverpool y ya tendrá… Pero bueno, me pidió imanes, así que cuando vaya comprando imanes de las distintas ciudades, pillaré para ambas.


En fin, el Cavern Club: está decorado con cosas de Los Beatles y de otros músicos… Incluso de algún que otro famoso que no es músico, porque vi una foto de Pepe Reina, el portero. Y, por supuesto, tiene música en directo. Durante todo el tiempo que estuvimos allí, estuvo cantando un imitador de Los Beatles. Supongo que las canciones de los Beatles serán las que más suenen en ese pub.



Tras salir del Cavern Club, fuimos a otro pub y mis compañeros estuvieron bebiendo cerveza mientras disfrutábamos de la música. También había en dicho pub música en directo a veces.

Después de todo aquello, fuimos en busca de otro pub, pero yo me rajé, porque era tarde y vivo lejos, lejos, lejos del centro… La escuela está en el centro y tardo siempre un huevo en el bus, tanto para ir como para volver, claro.

La vida me acabó diciendo que hice bien… Porque hay una anécdota negativa de esa noche de la cual no me enteré hasta la mañana siguiente… Bueno, ni yo, ni nadie salvo el protagonista de la anécdota… Al cual aún no he vuelto a ver (escribo esto el miércoles 27, a ver si viene mañana a clase y nos cuenta).

Un chaval de la Funda (saludos Carlos si lees esto, espero que no te traiga demasiado mal recuerdo) ha pasado la noche durmiendo en una parada de bus, porque no consiguió volver a su casa hasta esta mañana. No sé más detalles aún, salvo que no ha ido a clase y que nos lo ha contado por Whatsapp.


Miércoles 27 de julio de 2016

Hoy la actividad que había organizado la escuela no me interesaba nada, ya que era un torneo de ping pong. Así que me uní al grupo que decidió dar vueltas por ahí viendo la zona del puerto de nuevo.




Y como la verdad es que estoy cansada, he vuelto a casa y ando escribiendo esta entrada.



¡Un saludo a todos! Seguiré contando.

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